Perez Pikulik Pediatría Neonatología
Un estrés muy severo, sí; pero una preocupación leve, no.
Los estudios realizados hasta el momento no han encontrado ninguna relación entre el estrés normal y las frustraciones ordinarias de la vida diaria (como el resultante de un día de trabajo duro o de una congestión de tránsito) y el aborto. De la misma forma, asustarse por un ruido súbito como una bocina de auto, un perro ladrando o un plato que se rompe en el suelo, no causa un aborto.
El estrés generalmente no está relacionado con el aborto. De hecho, la mayoría de las causas de aborto son desconocidas o bien están más allá de tu control.
Por ejemplo, se cree que entre un 50 y un 70 por ciento de los abortos en el primer trimestre ocurren de manera fortuita por anormalidades cromosómicas en el óvulo fertilizado, que impiden que se desarrolle normalmente. (Lee más acerca de los abortos y sus causas.)
Dicho esto, también hay que apuntar que los altos niveles de estrés, como los causados por un divorcio, problemas financieros severos o la muerte de un familiar cercano, pueden afectar la salud del bebé durante el embarazo. Según un estudio realizado en Dinamarca en el año 2008 entre 19.000 embarazadas, aquellas que padecían un alto nivel de estrés psicológico tenían un 80% más de posibilidades de dar a luz a un bebé sin vida que aquellas que sufrían un nivel de estrés medio durante su embarazo.
Otros investigadores encontraron que niveles altos de estrés pueden causar un parto prematuro y peso bajo al nacer, e incluso producir asma y alergias en el niño más adelante. Y las embarazadas que sufren un nivel de estrés psicológico severo por estar en una zona de guerra, tienen más probabilidades de tener hijos que padecen esquizofrenia.
¿Es verdad que el cansancio, el miedo, y el estrés pueden provocar un aborto?
Escrito para BabyCenter en Español
Revisado en: marzo 2011
El Equipo editorial de BabyCenter contesta:
Un estrés muy severo, sí; pero una preocupación leve, no.
Los estudios realizados hasta el momento no han encontrado ninguna relación entre el estrés normal y las frustraciones ordinarias de la vida diaria (como el resultante de un día de trabajo duro o de una congestión de tránsito) y el aborto. De la misma forma, asustarse por un ruido súbito como una bocina de auto, un perro ladrando o un plato que se rompe en el suelo, no causa un aborto.
El estrés generalmente no está relacionado con el aborto. De hecho, la mayoría de las causas de aborto son desconocidas o bien están más allá de tu control.
Por ejemplo, se cree que entre un 50 y un 70 por ciento de los abortos en el primer trimestre ocurren de manera fortuita por anormalidades cromosómicas en el óvulo fertilizado, que impiden que se desarrolle normalmente. (Lee más acerca de los abortos y sus causas.)
Dicho esto, también hay que apuntar que los altos niveles de estrés, como los causados por un divorcio, problemas financieros severos o la muerte de un familiar cercano, pueden afectar la salud del bebé durante el embarazo. Según un estudio realizado en Dinamarca en el año 2008 entre 19.000 embarazadas, aquellas que padecían un alto nivel de estrés psicológico tenían un 80% más de posibilidades de dar a luz a un bebé sin vida que aquellas que sufrían un nivel de estrés medio durante su embarazo.
Otros investigadores encontraron que niveles altos de estrés pueden causar un parto prematuro y peso bajo al nacer, e incluso producir asma y alergias en el niño más adelante. Y las embarazadas que sufren un nivel de estrés psicológico severo por estar en una zona de guerra, tienen más probabilidades de tener hijos que padecen esquizofrenia.
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