viernes, 9 de marzo de 2012

¿Cómo influye la televisión en lo que comen nuestros hijos?

Perez Pikulik Pediatría Neonatología


¿Cómo influye la televisión en lo que comen nuestros hijos?

Cómo le explicas a tu hijo que el producto que vio en la televisión durante la emisión de su programa infantil favorito, el que presentan muy bien animado y con sus personajes favoritos, no produce ninguna explosión de sabor, ni le dará poderes mágicos, ni lo hará volar, y que además no es más que demasiada azúcar junta y colorantes en cantidades industriales.
En la revista The Journal of Pediatrics han publicado un artículo que demuestra  que los anuncios de comida tienen una potente influencia sobre las elecciones alimentarias de los niños.
Incluyó a 75 niños entre los tres y los cinco años que vieron dos dibujos animados, con un anuncio entre ambos. La mitad de los niños vieron un anuncio de trozos de manzanacon una salsa, y la otra mitad un anuncio de papas fritas.
Tras ver los dibujos animados y los anuncios, se permitió a los niños elegir un cupón de uno de los alimentos anunciados. Los padres proveían información. Se indicó a la mitad de los padres que animaran a sus hijos a elegir el alimento saludable, mientras que a la otra mitad se les pidió que permanecieran neutrales.
Entre los niños que vieron el anuncio de las papas fritas, 71 por ciento eligieron el cupón de las papas fritas si sus padres permanecían neutrales, mientras que apenas 55 por ciento optaron por el cupón de papas fritas si sus padres les animaban a elegir el alimento sano.
Entre los niños que vieron el anuncio de los trozos de manzana, 46 por ciento eligieron el cupón de papas fritas si sus padres permanecían neutrales, mientras que apenas 33 por ciento eligieron el cupón de las papas fritas si los padres les animaban a elegir saludablemente.
“Claramente, los niños estaban influenciados por los anuncios que vieron.Sin embargo, los padres no carecen de poder”, anotó en un comunicado de prensa de la revista el autor del estudio, el Dr. Christopher Ferguson, de la Universidad Internacional Texas A&M.
Aunque el impacto a largo plazo de los anuncios de comida sobre los niños es considerable, Ferguson aseguró que los padres “tienen una ventaja si son coherentes en su mensaje a largo plazo sobre una alimentación sana”.
Es importante continuar inculcando los buenos hábitos alimenticios en nuestros hijos. Empezar con ellos en el supermercado, evitando tener golosinas en casa, y ofreciéndoles alimentos saludables. Pero es realmente justo que contaminen las mentes de nuestros niños de esa manera induciéndole malos hábitos alimenticios y lo que es peor abusar de su inocencia para enmascararlos con personas y cualidades que no poseen.
¿Será que no tenemos derecho a exigir o controlar la publicidad que ven nuestros niños?
(FUENTE: The Journal of Pediatrics, news release, Oct. 6, 2011)

Dra. Paola Arrús Ackermann
Médico Pediatra

Lo que come mi hijo….. ¿Afecta su rendimiento escolar?

Perez Pikulik Pediatría Neonatología


Lo que come mi hijo….. ¿Afecta su rendimiento escolar?

La desnutrición afecta radicalmente el rendimiento escolar de los niños. El haber nacido con bajo peso, haber padecido anemia por deficiencia de hierro, o deficiencia de zinc, pueden significar un costo de hasta 15 puntos en el Coeficiente Intelectual teórico, y varios centímetros menos de estatura. Un niño de baja talla social tiene hasta veinte veces más riesgo de repetir grados que otro de talla normal.
Hoy no quedan dudas que la desnutrición afecta el desarrollo intelectual, y sin necesidad de que sea extrema, para los cientos de miles de niños que están en una situación de subalimentación y mala nutrición, el riesgo de fracaso escolar es muy alto. ¿Pero desde que edad tenemos que preocuparnos por la alimentación de nuestros hijos? ¿Es recién cuando entran a la escuela que deben comer bien?
La placa neural se forma a los 18 días y el tubo neural (cerebro y columna vertebral) está totalmente cerrado a los 23 días, probablemente antes que la madre se entere que está embarazada. Entonces si realmente nos interesa la formación del cerebro de nuestros hijos y su desempeño intelectual ésta preocupación debe empezar con embarazos programados y madres nutricionalmente preparadas.
Durante el embarazo para el adecuado crecimiento y desarrollo cerebral, juega un papel muy importante la alimentación de la madre, con un adecuado aporte de nutrientes, sobretodo una adecuada ingesta de acidos grasos poliinsaturados fundamentales para la formación y desarrollo cerebral. Estos se encuentran principalmente en los aceites vegetales como oliva o sacha inchi, en los pescados, en la palta, los frutos secos como nueces, almendras, maníes, etc. También es importante un adecuado consumo de proteínas (carnes, leguminosas, quinua, kiwicha) y vitaminas (frutas y verduras).
Luego del nacimiento, la alimentación de la madre sigue jugando un papel importante ya que el niño se alimentara de la leche que ella produce. La leche materna contiene cantidad y calidad necesaria de ácidos grasos y proteínas necesarias para la adecuada formación y desarrollo del cerebro del bebe. Estas calidades están lejos de ser alcanzadas por las fórmulas infantiles y más aún por la leche de vaca.
Cuando el niño empieza a comer y mientras aprende a conocer los diferentes sabores de los alimentos y a aceptarlos, la leche materna continuará cubriendo sus necesidades nutricionales. Es importante desde las primeras papillas fomentar buenos hábitos y enseñarle una alimentación saludable, para que más adelante tenga una dieta variada.
Ya en la etapa pre-escolar el niño debe recibir todo tipo de alimentos que aseguren su buena nutrición garantizando así un adecuado aprendizaje. Es en ésta etapa que los refrigerios juegan un papel importantísimo. A esta edad el desayuno suele ser apenas un vaso de leche y será el refrigerio el que le aporte la energía necesaria para continuar sus actividades en el jardín de infancia y para seguir aprendiendo y descubriendo lo que tienen a su alrededor. Es importante que ésta contenga alimentos energéticos pero nutritivos, libres de golosinas y comida chatarra que favorecerán una mala nutrición repercutiendo así es su estado nutricional y por ende en su rendimiento escolar.
Si realmente nos preocupa el desempeño de nuestros hijos debemos hacer énfasis en su alimentación sobre todo durante la gestación y los primeros años de vida y fomentar buenos hábitos alimenticios que le aseguren una alimentación saludable a lo largo de toda su vida.
Dra. Paola Arrús Ackermann
Pediatría – Nutrición

El sueño en el niño

Perez Pikulik Pediatría Neonatología


El sueño en el niño

El reposo completo que se da en el sueño se acompaña no solamente de un cese de actividades que demandan energía o consumen determinadas porciones de masa corporal sino de cambios en el metabolismo por los cuales el organismo aumenta la construcción de tejidos de reserva y acumula energía para impulsar diferentes actividades durante la vigilia. Este proceso indispensable para niños y adultos porque sin él el organismo no podría funcionar es fundamental en el niño y más cuanto menor sea su edad por la sencilla razón de que el crecimiento y desarrollo es en general más acelerado cuanto menor es la edad.
Hay órganos y tejidos que tienen períodos específicos de crecimiento como los de la esfera sexual que se mantienen estacionarios hasta la adolescencia pero en general el crecimiento y desarrollo tanto físico como psicomotor tiene una curva progresiva con diferencias particulares específicas. El cerebro, por ejemplo que es un órgano de cuyo funcionamiento dependen muchos otros en el organismo tiene un crecimiento y desarrollo acelerado en el primer año de vida, continúa creciendo rápido aun disminuyendo su ritmo hasta los cinco años de edad. De ahí adelante aumenta muy lentamente de peso y perfecciona sus funciones adquiridas. El aumento de conocimiento es infinito pero la masa orgánica que sustenta su potencialidad casi que termina de crecer a los cinco años que por eso es la edad clave para los cuidados del niño.
Este período así como requiere de alimentación adecuada, ausencia de enfermedades y Amor para ofrecer estimulación psico-afectiva y sensorial. Vale decir las tres A que debemos difundir los pediatras para el mejor cuidado del niño, necesita además y con igual urgencia complementarse con horas de reposo que deben ser mayores cuanto menor sea la edad. El lactante en el primer trimestre de la vida prácticamente come y duerme porque la velocidad de formación de sus tejidos así lo exige, alterna períodos cortos de vigilia que aumentan poco a poco hasta que empieza a jugar, pero aún entonces la acelerada actividad de su metabolismo exige largos períodos de reposo.
Una característica importante es quemientras el adulto puede disfrutar de horas de reposo sin dormir, contemplando un paisaje o escuchando música la actividad continua del niño no se interrumpe sino en las horas de sueño por lo cual el dormir resulta más indispensable cuanto menor sea su edad.
La habitual distribución de las 24 hs del día , en 8 hs. para el trabajo, 8 para el descanso y 8 para el sueño es una norma útil para el adulto. El niño en la edad escolar debe dormir por lo menos 10 hs, tiempo que disminuye conforme crece hasta las 8 que resultan un mínimo aún en la edad adulta.
Los grandes avances de la vida moderna si bien por una parte contribuyen a la indispensable estimulación del niño entrañan el peligro de sobrepasar lo necesario y provocar daños no deseados. La TV aún sin criticar las escenas de violencia y otras que son perjudiciales, constituye un riesgo. Existen programas infantiles educativos excelentes tan bien diseñados y tan artísticamente elaborados que son los padres quienes tienen que vigilar su uso para obtener de ellos el máximo provecho sin que eso signifique para el niño una pérdida de horas de sueño.
Aunque parezca paradójico cuanto mayor es el progreso y el confort modernos más destaca la necesidad de cuidar la sobre estimulación del niño que empieza a perder el apetito, a tener frecuentes berrinches y luegoa perder el sueño. Sin una intervención oportuna lo que parece banal en un comienzo puede complicarse y  llegar a extremos peligrosos. El nerviosismo del niño altera la buena relación de los padres que de inculparse recíprocamente por la conducta de su hijo pasan a ser factor de agravación del nerviosismo infantil en un círculo vicioso difícil de superar.
De este modo el sueño no es solo reparador de la fatiga diaria, es además indispensable para que el crecimiento y desarrollo del niño se orienten positivamente, se aprovechen los nutrientes que se ingieren y se asimile favorablemente los estímulos psicológicos.
Dr. Javier Torres Goitia C
Pediatra Neumólogo
Pediatras Asociados