lunes, 5 de marzo de 2012

¿Qué es el hipo?

Perez Pikulik Pediatría Neonatología

¿Qué es el hipo?
El hipo es un espasmo o contracción involuntaria de los músculos respiratorios, especialmente del diafragma, seguido por el cierre brusco de la glotis (estructura de la laringe que evita que el contenido de la boca pase a la vía respiratoria), que hace contener la entrada de aire y ocasiona ese sonido tan característico.
Aunque el hipo suele ser de corta duración, a menudo se presenta como contracciones o sacudidas múltiples que, si se prolongan, pueden llegar a ser muy molestas. Es más frecuente en los varones.

¿Por qué se produce?
Suele estar precipitado por una irritación de los nervios de los músculos respiratorios, especialmente del diafragma (principal músculo respiratorio, situado en la base de los pulmones y que separa la cavidad torácica de la abdominal), casi siempre debida a una distensión o inflamación del estómago por la ingestión rápida de alimentos o bebidas con gas o alcohólicas, lo que conduce a un toma excesiva de aire (aerofagia).
En la mayoría de las ocasiones es de corta duración y se resuelve espontáneamente, pero otras veces puede prolongarse y hacerse crónico. En estos casos se ha asociado con distintas enfermedades del aparato digestivo, como trastornos del estómago y del esófago, enfermedades intestinales, tumores del cerebro, infarto de miocardio, insuficiencia renalcáncer de próstata, etc., y con intervenciones quirúrgicas del tórax y del abdomen.



¿Cómo se puede saber la causa?
El hipo prolongado o crónico es una manifestación poco frecuente pero muy molesta que puede llegar a producir depresión, pérdida de peso e insomnio.
A menudo es un síntoma producido por alguna de las enfermedades antes mencionadas por lo que, para su correcto diagnóstico, en los pacientes con hipo prolongado el médico deberá realizar una historia clínica detallada, un examen físico completo y, en ocasiones y a la vista de los resultados de sus preguntas y sus hallazgos, solicitará determinadas pruebas complementarias como ecografía abdominal, TAC del pecho o del cerebro, etc.
Los trastornos del aparato digestivo tales como úlceras de duodeno o del estómago, gastritis, reflujo gastroesofágico o esofagitis se ven con cierta frecuencia en los pacientes con hipo crónico por lo que, junto a las pruebas antes esbozadas, habitualmente el médico solicitará otras pruebas como la endoscopia digestiva.



¿Cómo se trata?
La mayoría de los episodios de hipo se resuelven espontáneamente o con remedios caseros simples y no requerirán tratamiento médico. Algunas de las medidas caseras propuestas van desde tomar rápidamente una cucharadita de azúcar blanco granulado seco hasta retener de forma prolongada el aire tras una inspiración profunda o respirar profundamente dentro de una bolsa de papel (que no de plástico), o beber con rapidez un vaso de agua o deglutir pan seco o hielo picado, inducir el vómito o aplicar tracción sobre la lengua o presión sobre los globos oculares. Ninguna de estos remedios caseros tiene una base científica clara aunque es cierto que, en ocasiones, funcionan.
Desde el punto de vista médico, cuando se sospecha que hay mucho gas retenido en el estómago se ha propuesto la colocación de una sonda nasogástrica (un pequeño tubo de plástico desde la nariz hasta el estómago) para descomprimirlo y vaciar todo el aire allí almacenado.
Se han empleado distintos medicamentos para su tratamiento en los casos más problemáticos e incluso se ha propuesto, como último recurso y en los casos más rebeldes, bloquear el nervio frénico (el nervio del músculo diafragma) bien con medicamentos anestésicos bien con sección quirúrgica.

fuente: net doctor

No hay comentarios:

Publicar un comentario