sábado, 19 de mayo de 2012

Jugar con el bebé en sus primeros meses

Perez Pikulik Pediatría Neonatología En los primeros meses, los padres tienen que divertirse y jugar con su bebé, establecer mejor su relación y divertirlo, pasarlo bien con él para crear bebés más alegres y emocionalmente estables. Existen muchas opciones para pasarlo bien con el bebé, pero sobre todo las más sanas y entretenidas son las que buscan captar los sentidos de los bebés. Hay que tener paciencia, ya que algunos bebés a veces pueden no reaccionar demasiado o tardar en responder, hay que esperar a que esté preparado para ello y no presionarle. Es algo habitual y no hay que preocuparse. Mostrarle cosas de la casa es una de las cosas que se puede hacer para entretenerse al bebé, aunque para ello hay que crear un entorno seguro sin contar con cosas que peligren la vida del bebé. Se le puede enseñar frutas, verduras, telas, ropas de colores y mucho más, todo lo que le llame la atención, pero sin dejarlo solo ante cosas que puedan suponerle peligro. Se pueden coger varias cosas e ir contándole de qué tratan.
Bailar con el bebé es una opción interesante, siempre bailando con suavidad y sin brusquedad, sin hacerle daño. Muévete al ritmo de la música y disfruta con tu bebé de ritmos divertidos y que gusten. Que la madre le enseñe su ropa, ropa de distintos estilos y colores, mostrársela al bebé e incluso se puede hacer un pase de modelos o poner la ropa en el piso. Cantarle canciones de niños pequeños, clásicos, poner caritas, poner voces horribles y mucho más, todas estas son opciones para divertir al bebé. Existen muchas cosas y juegos que se pueden jugar con el bebé, tan sólo hay que fomentar la imaginación y pasarlo bien, crear vínculos con el pequeño y pasarlo bien. fuente:sacaleches

Cómo tratar el resfriado del bebé

Perez Pikulik Pediatría Neonatología Los bebés son proclives a pequeñas complicaciones o enfermedades, pero no hay que tener miedo, sólo hay que saber cómo actuar en cada momento para que no pase nada al bebé. En caso de resfriado no se recomienda que se le de ningún antibiótico ni medicamento, a no ser que sea por prescripción del pediatra.
Los síntomas de resfriado en el bebé suelen ser tos, estornudos, mocos y fiebre. Los síntomas se pueden aliviar hasta que pase el resfriado, ya que es lo único que se puede hacer, y para ello se puede empezar por quitar los mocos con un sacamocos o aspirador nasal, permitiendo que el bebé respire mejor. Para la congestión nasal, ayuda una solución de gotas de agua alcalina o agua tibia para aflojar la mucosidad. Una solución salina casera puede acres con algo de agua y sal de mesa. Donde apoya la cabeza, en el colchón, se le puede levantar un poco con una toalla debajo para ofrecer una mejor respiración cuando está tumbado. Se recomienda abrigar bien al bebé si hace frío, aunque sin pasarse, y poner un humidificador para mantener una humedad adecuada en el hogar. Mientras esté resfriado, debe cuidarse bien y no debe salir de casa mientras no se ponga bien, ya que esto también podría hacer que contagie a otras personas. No es necesario llevarlo al médico a menos que presente los síntomas durante más de lo normal, se encuentre muy alicaído o tenga otros síntomas que hagan pensar que hay algo más o se ha complicado algo. Si tiene menos de 3 meses quizá lo más indicado sea ir al pediatra si está irritable, rechaza las tomas de leche o tiene fiebre alta. El resfriado es algo que sucede a muchos bebés, así que en la mayoría de los casos no presentará ninguna complicación, sólo molestia en los bebés durante unos días y preocupación en los padres. fuente:sacaleches

La Depresión Infantil

Perez Pikulik Pediatría Neonatología La Depresión Infantil Durante un largo período de tiempo la comunidad científica, por estrictas razones teóricas, sostenía que la Depresión Infantil no existía (coincidiendo con la poca importancia que se le daba a la salud mental de los niños),. Sin embargo, en el mundo real existían niños deprimidos y algunos clínicos empezaron a revelarse contra la ortodoxia que vetaba la posibilidad de su existencia. Esto empezó a ocurrir hacia los años 40 en distintos campos de la psicología aplicada, y comenzaron a aparecer estudios relacionados con la depresión infantil, bajo los nombres de Akerson (1942); Spitz (1945); Bowlby (1951), entre otros. A principios de los años sesenta Harlow (1961) observa, en los monos separados de sus madres, exactamente el mismo tipo de conductas que habían señalado Spitz y Bowlby en los niños. El carácter experimental de la psicología comparada, produjo un impacto especial para este tipo de hallazgos y comenzó a tomarse un poco más en serio la posibilidad de la existencia de la depresión en los niños, puesto que los monos parecían ser capaces de desarrollarlas. Pero realmente la aceptación de la existencia de la depresión infantil fue posible gracias al ascenso del paradigma cognitivo de los años sesenta, que permitía el estudio de los procesos interiorizados. Ya en el año 1975 la depresión infantil (DI) fue aceptada por el National Institute of Mental Health, como concepto y entidad psicopatológica. Definición: Los partidarios de una depresión infantil específica se ubican en dos tendencias, a saber: los evolucionistas, que opinan que la depresión infantil se va transformando según la época evolutiva de la vida del niño en la que se presenta, sostienen pues la existencia de una DI Evolutiva, y aquellos que sostienen la existencia de la depresión infantil con una sintomatología propia, no equiparable a la del adulto, especialmente relacionada con problemas de conducta, de allí el nombre de DI Enmascarada, puesto que muchos profesionales equivocan su diagnóstico. Criterios y Síntomas Emocionales Esta definición operativa puede ser utilizada como guía diagnóstica y tiene la ventaja de representar un núcleo de coincidencia de un amplio espectro de la comunidad científica. En la actualidad más bien se admite una compleja interacción de distintos factores tanto de carácter biológico como social que sirven de base a la aparición de las distintas conductas normales y patológicas. Es necesario que se dé una cierta vulnerabilidad personal, familiar y ambiental que combinadas dan lugar a la aparición de una conducta desajustada. · Biológico: por una disfunción del sistema neuroendocrino (aumentan los niveles de cortisol y disminuye la hormona de crecimiento), por una disminución de la actividad de la serotonina (neurotransmisor cerebral), y por efecto de la herencia (caso de padres depresivos). · Psicodinámico: en relación a la pérdida de la autoestima (del yo-según Freud), y la pérdida del objeto bueno (Spiz). · Cognitivo: la existencia de juicios negativos (Beck), experiencias de fracasos, modelos depresivos(Bandura), indefensión aprendida(Seligman), ausencia de control, atribuciones negativas. · Conductual: a través de la ausencia de refuerzos (Lazarus), deficiencia de habilidades sociales y acontecimientos negativos ocurridos en la vida del niño. ¿Por qué se produce la depresión infantil? La entrevista a los padres surge como un instrumento importante de recolección de datos, tanto del niño deprimido como de la familia. Así como también la entrevista a los maestros y compañeros de clase. Al recurrir a estos instrumentos de evaluación se deben tomar en cuenta algunos factores como: el nivel de desarrollo del niño, su grado de madurez intelectual, su labilidad emocional y el carácter interiorizado de la conducta deprimida, por todo ello es conveniente pasar el cuestionario dos veces. Cuando se revisa la literatura especializada, se define con toda evidencia que los instrumentos de mayor uso en la evaluación de la DI son fundamentalmente dos: el Child Depression Inventory CDI (Kovacs y Beck,1977) y el Child Depression Scale CDS (Tisher y Lang,1974). En la actualidad el cuestionario más utilizado es el modificado de M. Kovacs CDI de 1992. Instrumentos de evaluación de la depresión infantil De allí radica la importancia de una buena evaluación y seguimiento por parte del maestro para detectar estos cambios en el alumno. Una y otra vez numerosos expertos han señalado cómo las malas relaciones con los padres son la fuente específica de muy diversos problemas infantiles, y también claro está de la depresión. Más tarde también son indispensables para el normal desarrollo emocional del niño las buenas relaciones con los padres. Influencia de la familia y la escuela en la depresión infantil Diversos estudios señalan que el sexo femenino se ha asociado sistemáticamente al incremento de la probabilidad de desarrollar depresión, efectivamente la sintomatología es más alta en las niñas que en los niños, sobre todo en los rangos que sobrepasan los 12 años, antes de esta edad es raro encontrar diferencias entre los dos sexos (Del Barrio, 1997). Epidemiología de la Depresión Infantil Tratamiento de la depresión infantil El tratamiento de la depresión infantil ante todo debe ser individualizado, adaptado a cada caso en particular y a la fase del desarrollo que se encuentra el niño, en base a: su funcionamiento cognitivo, su maduración social y su capacidad de mantener la atención. Debe además involucrar de una manera activa a los padres, y realizar intervenciones hacia el entorno del niño (familiar, social y escolar) El tratamiento se divide en tratamiento de fase aguda y fase de mantenimiento. El tratamiento en Fase Aguda, incluye: Psicológico, Farmacológico y Combinado. Las Terapias Psicológicas más utilizadas son: · Cognitivo-Conductual: se basa en la premisa de que el paciente deprimido tiene una visión distorsionada de sí mismo, del mundo y del futuro. Tales distorsiones contribuyen a su depresión y pueden identificarse y tratarse con esta técnica. · Conductual: se basa en la aplicación de técnicas de modificación conductual, manejo adecuado de situaciones, etc. · Psicodinámica. · Interpersonal · Familiar. · Grupal y de Apoyo. A modo de conclusión, en la actualidad la existencia de la depresión infantil es un hecho comúnmente aceptado por la comunidad científica especializada, por lo que ha cobrado gran importancia su estudio y tratamiento. Algunos han llegado a denominar a la depresión como la enfermedad del siglo XXI. El Tratamiento Farmacológico: se basa en el uso de drogas como: Así mismo, el Tratamiento en Fase de Mantenimiento va a depender del estado clínico del paciente, su funcionamiento intelectual, su sistema de apoyo, la presencia o no de estresores ambientales y su respuesta al tratamiento. Dr Eduardo Hernández González. Zona Pediatrica Staff