miércoles, 28 de marzo de 2012

Las golosinas ¿Buenas o malas?

Perez Pikulik Pediatría Neonatología


Las golosinas ¿Buenas o malas?

Me encantan los dulces, además soy adicta al chocolate. Promover una vida y alimentación saludable excluyendo los dulces y el CHOCOLATE sería algo imposible para mí. ¿Es que acaso existen los dulces y las golosinas “saludables“?
Son dos cosas respecto a los dulces que debemos tener en cuenta:
Primero la calidad de éstos. De ninguna manera será lo mismo unas galletas hechas en casa con productos frescos y naturales que las galletas industriales con un relleno de grasa hidrogenada (trans) y con excesiva azúcar.
Un keke casero o un postre con frutas, aunque contengan azúcar y porque no grasas, SIEMPRE serán mas saludables que los productos industriales, donde las cantidades de azúcar generalmente duplican la de una preparación casera y además para evitar la fermentación utilizan grasa vegetal hidrogenada, preservantes y colorantes. Incluso algunos pasteles con crema batida son hechos con crema vegetal que lejos de ser natural es un tipo de grasa que para modificar su estado de líquido a sólido debe ser transformada (trans) convirtiéndose en una sustancia aún más perjudicial que la propia grasa animal (grasa saturada).
Y por supuesto ni que decir de los chupetes y caramelos que no son más que azúcar y colorante , sin ningún nutriente que los acompañen, es decir, “calorías vacías“.
En nombre de mi adicción a EL CHOCOLATE debo recalcar que cada vez existen más en el mercado golosinas con “sabor a chocolate“ (algunos tienen la decencia de escribirlo en la etiqueta), que se venden como si fuesen éste delicioso manjar; y sin embargo, no son más que amasijos de azúcar, lecitina de soja, grasa vegetal hidrogenada, sabor igual al natural, colorantes autorizados…………etc, etc. Es decir, una burla de éste prodigioso y saludable producto natural llamado CHOCOLATE.
Por supuesto que un chocolate es un dulce sano, está lleno de antioxidantes, grasas poliinsaturadas y vitaminas entre otros, mientras más amargo más sano, pero será todo lo que brilla CHOCOLATE, no nos dejemos engañar.
No sólo con el chocolate debemos tener cuidado, podríamos estar comprando y dando a nuestros hijos productos que creemos saludables como yogures, cereales o barras energéticas entre otros y éstos estar llenos de cantidades excesivas de azúcar y las famosas grasa vegetales hidrogenadas……………A leer las etiquetas.
El segundo punto y no menos importante de las golosinas es cuándo, porqué y bajo que circunstancia se las damos a nuestros hijos. Los padres somos responsables de formar los hábitos alimenticios de nuestros hijos, hábitos que los acompañarán por el resto de sus vidas (si es que alguna enfermedad no los obliga a cambiarlos en el camino). Por lo tanto no sólo es importante saber que dulce darle sino cuando y porque se lo damos.
Sin embargo si la mama llega tarde del trabajo (con remordimiento de conciencia por no haber visto a su hijo todo el día) con un chupete escondido en el bolsillo de “premio“, o si por que comió la zanahoria le damos un chocolate, o si por que se golpeo le cae además unos caramelitos; no sólo estamos introduciéndolos dentro de sus hábitos alimenticios, sino además estamos dándole a las golosinas un poder adicional, el de satisfacción o consuelo, esto quedará grabado para toda su vida en el subconsciente y ante cualquier dificultad o decepción la comida y sobretodo las golosinas serán la panacea que acompañarán esos momentos, creando comedores compulsivos de golosinas.
Por supuesto que está bien premiar a nuestros hijos, pero puede ser un sticker, un juguete, un abrazo, una tarde libre con mamá, algo más importante para su cuerpo y su alma. Si un niño llega a una fiesta infantil y se ve rodeado de todo tipo de dulces , caramelos, algodones de azúcar y demás, podrá consumirlos y disfrutarlos, pero su cabeza entenderá que son alimentos de consumo esporádico y de ocasiones especiales, por lo tanto no se incorporarán dentro de sus hábitos alimenticios.
El lugar y el momento de los dulces es más importante de lo que uno cree. Un pedazo de pastel de chocolate después del almuerzo, será pequeño ya que el niño esta con poco apetito por que acaba de comer y será el final feliz de éste. El mismo pastel a media tarde no sólo será mas grande sino que podría ser la causa que el niño ya no reciba la cena y deje de recibir nutrientes importantes para él.
Un papel importantísimo juega la lonchera y todo alimento que se venda dentro o en los alrededores de la escuela, los maestros junto con los padres son los referentes de ejemplo mas cercanos a los niños, por lo tanto todo lo que el niño coma en la escuela tendrá una vital importancia en la fijación de hábitos alimenticios y en su entendimiento de lo que uno debe comer como adecuado o inadecuado. Además el recibir a media mañana un refrigerio lleno de azúcar de fácil absorción lejos de reponer las energías necesarias para continuar con la actividad física e intelectual de lo que resta de la jornada estudiantil, les dará sueño y fatiga como respuesta a la gran cantidad de azúcar que recibió el cuerpo.
En conclusión los dulces sanos existen y no son sólo frutas, solo debemos saber escogerlos, cómo prepararlos y cuándo dárselos.

Dra. Paola Arrús
Medico Pediatra – Nutrición Infantil

Meriendas Saludables

Perez Pikulik Pediatría Neonatología



Meriendas Saludables

Comienzan las clases y para aquellos papás que se preocupan por la salud y el bienestar de sus hijos, elegir las meriendas más adecuadas comienza a ser un problema. ¿Qué alimentos elegir que sean saludables y les permita tener la energía necesaria para el día? ¿Cómo prepararlos? ¿Llevamos la merienda desde casa o compramos en el kiosco escolar?
Todas las respuestas a estos interrogantes podrá encontrarlos acá:
Basarse en una correcta alimentación (tanto en el hogar como en la escuela), le permitirá al niño mantener una adecuada composición corporal para su altura y para su edad, evitando el bajo peso o la obesidad. A su vez, la alimentación saludable le permite al niño tener la energía necesaria para realizar las tareas diarias y mantener un adecuado nivel escolar.
Para complementar la alimentación, debemos incentivar a niños y adolescentes a realizar algún tipo de deporte, ya que los beneficios son excelentes para la salud en cualquier edad, principalmente en niños. Cuando logramos combinar ALIMENTACION + DEPORTE = se obtienen resultados 100% mejores.
Lo importante de la alimentación escolar, es elegir alimentos saludables y energéticos, bajos en Hidratos de Carbono simples (caramelos, chicles con azúcar, chocolates, chupetines y todo tipo de golosinas, helados de agua, gaseosas, juguitos), bajos en Grasas saturadas (tortitas, papas fritas, conitos, palitos salados, chizitos y todo tipo de snacks), ricos en Fibra (cereales en todas sus preparaciones, frutas frescas y secas) y ricos en Proteínas (leche, yogur, quesos, flanes).
Dentro de los alimentos que podríamos elegir encontramos:
- Frutas frescas o de estación: sola o en ensalada de frutas. Para que se conserve durante el día, es importante agregarle unas gotas de jugo de limón a la preparación, de esta manera la fruta no se oxidará ni cambiará de color. Para que la ensalada no deje de ser saludable, podemos agregarle jugo de fruta natural o jugo artificial sin azúcar. La misma puede colocarse en algún recipiente hermético, para evitar derrames.
- Frutas desecadas: pasas de uva (negras o rubias), ciruelas, duraznos, peras, etc. Pueden colocarse en cualquier tipo de recipiente, inclusive en bolsitas, no hay problemas de conservación.
- Frutas secas: maní, almendras, nueces, castañas, avellanas. Todos sin sal. Pueden colocarse en cualquier tipo de recipiente, inclusive en bolsitas, no hay problemas de conservación.
- Cereales: maíz inflado (pororó o pochoclo o palomitas de maíz), arroz inflado, cereales tipo desayuno de cualquier tipo y sabor, tutucas, barritas de cereal (de cereales mixtos, con frutas secas, semillas). Pueden colocarse en cualquier tipo de recipiente, inclusive en bolsitas, no hay problemas de conservación. Se pueden comprar sueltos en cualquier Dietética o Herboristería, siempre y cuando sean de confianza, se conozca el origen de los alimentos y se mantengan las condiciones básicas de higiene.
- Lácteos: leche descremada, evitar la saborizada o chocolatada, yogures descremados, solos o con frutas o con cereales, flanes, postres (a base de lácteos). En este caso, es preferible comprarlos en el kiosco escolar para que los mismos no pierdan la cadena de frío.
- Harinas o masas: bizcochuelo fraccionado, galletas de avena o de salvado (o de cualquier otro tipo de cereal), galletas de agua de bajo tenor graso, alfajores de maicena o de miel o de frutas, grisines, tostadas, sándwich de jamón y queso (cuidado! con la cadena de frío, si lo llevan de casa debería ser consumido preferentemente en el 1º recreo, sino puede comprarse en el kiosco escolar). Pueden colocarse en cualquier recipiente, no hay problemas de conservación, excepto los sándwich que deberían ser conservados en algún recipiente hermético.
- Bebidas: agua potable o mineral, aguas saborizadas, jugos naturales de frutas, jugos artificiales con 0% de azúcar.
Es preferible preparar las meriendas escolares en el hogar y no adquirirlas en el kiosco de la escuela. De esta manera, estamos seguros que los chicos están consumiendo alimentos seguros y saludables. Excepto que en el kiosco escolar se ofrezcan opciones saludables, se preparen con materias primas adecuadas y se mantengan las condiciones adecuadas de higiene.
ESPERO QUE ESTAS IDEAS AYUDEN A TODOS LOS NIÑOS Y SUS PAPÁS A ELEGIR CORRECTAMENTE LAS MERIENDAS ESCOLARES, Y ASI DE ESTA MANERA, MANTENER ADECUADAMENTE LA SALUD Y EL BIENESTAR DE LOS CHICOS, PORQUE ELLOS SON EL FUTURO Y NUESTRA PRIORIDAD, POR LO TANTO DEBEMOS PROTEGERLOS Y CUIDARLOS.

Analía Paredes
- Nutricionista -

La Vuelta a Casa…

Perez Pikulik Pediatría Neonatología


La mama

Recuperarse del parto y asumir la responsabilidad de cuidar del bebé cuando apenas se tiene experiencia, con las lógicas incomodidades de un traslado, hacen que el día de la vuelta a casa no resulte fácil. Los siguientes tampoco lo son siempre, pero las cosas se van simplificando a medida que se organizan: es importante procurar descansar, alimentarse bien, contar con ayuda y afrontar el posible desánimo con calma y paciencia. 

Descanso

Los horarios que un bebé exige, día y noche, pueden resultar física y mentalmente agotadores, especialmente para la madre que amamanta; por eso, es preciso que trate de descansar:
Guía para padres

 Reduciendo sus responsabilidades. Lo único que sólo la madre puede y debe hacer es alimentar a su hijo y cuidar de ella misma; en ese periodo ha de ser sustituida en las tareas domésticas y saber dejar para más adelante todo lo que admita espera.

 Durmiendo a la vez que el bebé. De hecho, las hormonas que se producen cuando el niño succiona el pezón, además de estimular la producción de leche, dan sueño a la madre; si sigue ese impulso natural, puede acumular muchos minutos de descanso a lo largo del día.

 Limitando las visitas. Puede ser muy agradable recibir a familiares y amigos, pero ante la fatiga no hay que dudar en pedir disculpas y retirarse; los demás lo entenderán.

 Distrayéndose y paseando. Puede hacerlo con el bebé si lo desea, pues no hay el menor inconveniente en sacarlo a la calle desde el primer día.

Alimentación

Una buena nutrición mejorará el estado físico. Es más fácil digerir varias pequeñas raciones repartidas a lo largo del día que las tres clásicas grandes comidas. Aunque no conviene perder peso rápidamente, las frutas y verduras son alimentos sanos que apenas engordan.

Ayuda

Disponer de ayuda para las tareas domésticas permite dedicarse al bebé y aprender mejor y más rápidamente a cuidar de él.

Una opción es que el padre adelante las vacaciones o que comparta el permiso por maternidad, pues si bien las primeras seis semanas son de descanso obligatorio para la madre, el padre puede consumir alguna de las diez restantes durante ese periodo. Por lo demás, aunque también puede tratarse de una amistad, lo más habitual es recurrir a un miembro de la familia, como una abuela o tía del bebé. Si la situación económica lo permite, también se puede contratar personal de servicio doméstico o de enfermería.

En cualquier caso, es importante que la persona que va a ayudar sepa claramente lo que se espera de ella. Y en el caso de la pareja, tanto o más importante que su colaboración material, es su apoyo moral.

Tristeza y depresión post-parte

Hasta un 80% de las madres se sienten tristes o irascibles en los quince días que siguen al parto, probablemente debido a los cambios hormonales que están sufriendo, aunque también al cansancio, los nervios y la falta de sueño que acarrea la nueva situación. Esta tristeza post-parto, se inicia a los tres o cuatro días y no dura más de un par de semanas, durante los que la madre puede presentar bruscos cambios de humor con irritabilidad y llanto fácil, pérdida de apetito, dificultad para concentrarse, falta de energía, ansiedad y, a veces, insomnio. Si no ha sido advertida, puede sorprenderse de no sentirse feliz o tan contenta como esperaba con el deseado nacimiento de su hijo y llegar incluso a pensar que no es una buena madre; pero un poco de reposo y apoyo suele bastar para superar sin problemas ese periodo, especialmente si se tiene en cuenta que es algo normal y transitorio.

Otra cosa distinta es la depresión post-parto, que afecta alrededor de un 15% de las madres y en la que esos mismos síntomas se hacen tan intensos y prolongados que les resulta muy difícil cuidar de su hijo y de ellas mismas, pierden ilusión por la vida y, en los casos más graves, pueden llegar a tener ideas agresivas o suicidas. La auténtica depresión puede iniciarse varios meses después del parto, pero lo más habitual es que lo haga a partir de las dos o tres semanas; y aunque rarísimas veces se prolonga más de seis meses, es una enfermedad tan real como la artrosis o la diabetes. Es evidente que requiere atención médica, de modo que si una madre tiene síntomas durante más de quince días o son muy intensos, debe solicitar ayuda médica.

Bebé: dudas típicas.

 Abrigo

Es prácticamente imposible precisar la cantidad de ropa que debe llevar un bebé, porque la temperatura y humedad que le rodean son variables y cambiantes. Conviene tener muy presente que la tendencia natural es a abrigarles demasiado, de modo que en la práctica cotidiana es más frecuente que tengan un exceso de calor que de frío.

La norma más sencilla y útil es abrigarles tanto como desearía cualquiera que se hallase en su lugar, sin olvidar que ellos están quietos y eso supone producir menos calor y necesitar un poco más de abrigo.

 Deposiciones

Una vez que han expulsado el meconio, durante cuatro o cinco días hacen las llamadas "heces de transición", que, como su nombre sugiere, tienen algunas características de las primeras heces meconiales (verdes oscuras, pastosas y pegajosas), pero progresivamente se van pareciendo más a las normales del bebé.

De todas formas, no puede decirse que haya un solo tipo de heces normales, pues su número, color y consistencia varían en cada bebé; depende, sobre todo, de si toma pecho o biberón.

Con Lactancia Materna:
Pueden hacer tantas deposiciones como tomas; al principio, 8 ó 10 cada día.
Son desligadas, grumosas y amarillentas, como una mayonesa cortada.
Es normal que lleven moco y también pueden ser algo verdes.

Con Lactancia artificial:
No suelen hacer más de dos o tres al día.
Son más consistentes, como pomada.
Su color es amarillento.

 Mancha rosa en el pañal

Las primeras orinas del bebé son muy concentradas y a menudo llevan gran cantidad de uratos, que tiñen el pañal de rosa más o menos intenso, de forma difusa o formando una manchita más concentrada, que a menudo alarma por parecer sangre.

Es fácil hacerla desparecer rascando con la uña, lo cual demuestra que no es sangre y que no hay motivo para preocuparse; aunque si aparece más allá de los dos o tres días de vida, significa que la orina sigue siendo muy concentrada y es probable que el bebé este recibiendo pocos líquidos, es decir, poca leche.

 Hipo

Lo que más conviene saber del hipo de los bebés es que a ellos no parece molestarles. En principio, el hipo indicaría una eliminación incompleta de los gases que tragan al comer, por lo que tanto para prevenirlo como para intentar que pase, hay que facilitar el eructo del bebé, colocándolo verticalmente, con el abdomen apoyado en el hombro de la persona que le tenga en brazos, y darle unas palmaditas en la espalda.

 Estornudos

Una mínima brizna de polvo o un pequeño cambio de temperatura o humedad es capaz de hacer estornudar a los recién nacidos, ya que la mucosa de su nariz es extremadamente sensible. Los estornudos les sirven para mantener despejada la nariz. También pueden ser el signo de un resfriado, pero en ese caso se acompañarían al menos de mucha mucosidad y de obstrucción nasal.

 Respiración Ruidosa

Los ruidos respiratorios como silbidos persistentes deben ser valorados por el pediatra, con urgencia si el bebé muestra fatiga o dificultad para respirar a pesar de tener la nariz despejada. Sin embargo, es frecuente que un poco de mucosidad en la garganta del bebe origine ruidos que, al transmitirse a través de los bronquios, parecen venir de su pecho e incluso se notan al poner la mano sobre él, causando la natural alarma. En general, los ruidos realmente originados en los bronquios son persistentes y no desaparecen al cambiar la posición del cuello, mientras que los otros, llamados "ruidos de transmisión de las vías altas", dejan de oírse tras un carraspeo al cambiar el cuello de lado.

 Sobresaltos

A veces el bebé levanta los brazos de golpe, como si se diera un susto... ¿significa algo malo? Son sobresaltos normales, a menudo sin motivo aparente y muy corrientes al dejarlos desnudos; cuando son provocados por un ruido, a veces mínimo, vienen estupendamente para saber que oyen bien, aunque en otras ocasiones puedan no inmutarse a pesar de un jaleo monumental.

 Temblores de barbilla

Desde luego, si acompañan al llanto son señal de que el niño está sufriendo; pero, por lo demás, no indican enfermedad alguna.