domingo, 8 de enero de 2012

trucos para dormir a un bebe

Perez Pikulik Pediatría Neonatología

Buenas noches… ¡¡y felices sueños!! A dormir bien también se aprende, ¡así que enséñale a tus hijos como hacerle!



Come y duerme toda la noche. Así es el bebé que todas las mamás quisieran tener. ¿Pero cuántos niños se portan así? La mayoría de ellos despierta continuamente.
Antes de llegar a los dos años alrededor del 30 por ciento de los niños despiertan con frecuencia porque les cuesta mucho dormirse. Y entre los 3 y 4 años entre un 10 y 15 por ciento aún siguen despertando.
El desgaste que sufren los papás en esta parte los lleva a buscar fantásticos remedios para lograr que su niño se duerma… la buena, es que existen formas verdaderamente eficaces para conseguirlo.










Reglas de oro
Si tú no los acostumbras mal, los niños suelen dormir bien, es decir, tienden a dormirse solitos. Estas son algunas de las normas que se deben respetar para acostarlos de una manera correcta.
1. Dormirse solo. Aunque sabemos que sientes feo, es importante que lo dejes solo. Tu bebé debe aprender a pasar a solas la fase de transición de la vigilia, al sueño. Si logra dormirse solo, también se podrá enfrentar mejor a los normales despertares nocturnos, que a los 6 meses de vida no serán más de dos. Casi es regla que los niños que duermen bien vuelven a dormirse de forma espontánea.
Uno de los errores más frecuentes que cometen las mamás es el de cargar al niño para volverlo a dormir o darle pecho mientras se duerme. ¡Eso no es una buena idea!
Existe un “síndrome de asociación equivocada” en el momento de dormir que se produce cuando el niño se acostumbra a conciliar el sueño de una manera especial, como, por ejemplo, sosteniéndolo en brazos mientras la mamá pasea por la habitación. Puedes estar segura que si se acostumbra a eso, no logrará dormirse de ninguna otra manera.
2. Crearle una rutina. Tu pequeño es extraordinariamente rutinario y necesita realizar siempre las mismas cosas a las mismas horas. Para tranquilizarlo y proporcionarle un sentimiento de seguridad conviene crear y respetar un determinado ritual, que debe repetirse antes y después de acostarse.
Antes: sobre todo para niños más grandecitos (a partir de los nueve meses), practicar actividades relajantes como un baño, juegos tranquilos, elección de la pijama, despedirse de los juguetes, leerle un libro o contarle cuentos, puede funcionar muy bien.
Después: ponerle al lado su juguete preferido (un peluche o una muñeca) al que pueda abrazarse al momento de dormirse y que encontrará a su lado cuando se despierte por la noche, para que pueda darle seguridad, es otra buena elección.
3. Dormirlo siempre en el mismo lugar. Es conveniente que el niño tenga su propia habitación o un lugar sólo para él donde aprenda a dormirse. La costumbre y los puntos de referencia siempre deben ser iguales (una luz tenue, un determinado mueble cerca u otras cosas que lo hagan tener sentido de pertenencia), porque así tolerará mejor tu ausencia, tanto al momento de dormir como en el caso de que despierte por la noche o a primeras horas de la mañana. Cuanto más acogedor sea su “rincón” mejor.
4. Llevarlo a la cama siempre a la misma hora. Se deben respetar los horarios aunque con cierta flexibilidad.
5. Cuidar las condiciones ambientales. La habitación debe ser silenciosa, encontrarse a oscuras y gozar de una temperatura confortable (unos 18° C).
6. A la hora de acostarlo se deben evitar las situaciones que puedan excitarlo. Correr por toda la casa, juegos con mucho movimiento, visitas, etc.
7. No acostumbrarlo al pecho para que se duerma. Muchas mamás intentan resolver el problema de los despertares nocturnos dándole de comer a su bebé, cosa que a la larga produce el efecto contrario. Al alimentar con mayor frecuencia al niño éste tendrá más necesidad de hacer pipi y se despertará más veces al sentir el pañal mojado.
A partir de los 6 a los 8 meses de vida, época hasta la cual necesita la toma nocturna es importante que le hagas comprender que no se come a todas horas y que debe aprender a dormir durante la noche, claro que será tu pediatra de confianza quien te indique cuál es el mejor momento de suspender esta toma basándose en las exigencias de crecimiento de tu chiquito.
8. No darle bebidas o alimentos que contengan cafeína. Hay que evitar que los niños más grandecitos tomen té o chocolate a partir de las 5 de la tarde porque son estimulantes y no dormirán.
fuente: nosotros 2 com