sábado, 17 de marzo de 2012

Cinco formas de poner a su hijo a prueba del acoso escolar

Perez Pikulik Pediatría Neonatología


  • ¿Sabía usted que el 25% de los colegios públicos informan que el acoso escolar ocurre diaria o semanalmente en el centro escolar? ¿Y que uno de cada cinco alumnos de enseñanza secundaria informan haber recibido este tipo de acoso durante el curso anterior?
  • La buena noticia es que, puesto que el acoso escolar ha ocupado los titulares de los periódicos en muchas partes del mundo, tanto los centros escolares como la población en general (e incluso los famosos) están adoptando una clara actitud de rechazo ante este fenómeno.
  • Usted también puede cumplir con su parte desde su propia casa. He aquí cinco estrategias inteligentes para impedir que su hijo sea víctima del acoso escolar y para frenar este fenómeno una vez se haya iniciado:

    • Hablar sobre el tema.
     Hable con su hijo sobre el acoso escolar y pida a otros miembros de la familia que compartan con él sus experiencias al respecto. Si su hijo se sincera con usted y le explica que está siendo víctima del acoso escolar, elógielo por haber sido lo bastante valiente como para explicarlo y ofrézcale un apoyo incondicional. Haga una consulta en el centro escolar de su hijo para enterarse de la política relacionada con el acoso escolar y averigüe cómo el personal del centro y los profesores del niño enfocan este tipo de situaciones.Eliminar el posible cebo. Si lo que busca el o los acosadores es el dinero de su hijo para comprarse el almuerzo o determinados artículos u objetos que suele llevar al colegio, usted puede contribuir a neutralizar la situación animando a su hijo a llevarse el almuerzo preparado o a asistir al colegio sin dichos artículos u objetos.
    • Ir acompañado de amigos por motivos de seguridad.
    •  Es mucho menos probable que una persona acompañada de uno o varios amigos sufra acoso de un matón mientras abre su casillero en el colegio que si lo hace a solas. Recuérdele a su hijo que se siente con sus amigos en el autocar escolar o que vaya acompañado de amigos cuando necesite ir al lavabo o a cualquier otro lugar donde suelen actuar los matones.
    • Mantener la calma y seguir adelante. Cuando ocurre el acoso escolar, la mejor defensa de un niño es mantener la calma, ignorar los comentarios hirientes recibidos, decirle al acosador que pare y limitarse a alejarse de la situación. Los acosadores disfrutan haciendo daño a los demás. Cuando un niño no se altera ni se irrita con facilidad tiene muchas menos probabilidades de ser víctima del acoso escolar.
    • No intentar solucionar las cosas enfrenándose a los padres del acosador. A veces, el hecho de mantener una conversación con los padres del acosador puede resultar constructivo, pero generalmente es mejor mantenerla en un lugar donde un funcionario del colegio, como un orientador escolar, pueda actuar como mediador.
    Revisado por: D'Arcy Lyness, PhD
    Fecha de la revisión: octubre de 2011

medicamentos para la tos

Perez Pikulik Pediatría Neonatología


El consumo de medicamentos para la tos como droga no es una práctica nueva entre los adolescentes, que han saqueado los botiquines por décadas para obtener drogas de forma rápida, barata y, lo más importante, legal. Pero, por desgracia, esta práctica peligrosa y potencialmente mortal está creciendo.
Por lo tanto, es importante que los padres comprendan los riesgos y sepan cómo evitar que sus hijos consuman medicinas para la tos y el resfriado en dosis excesivas de manera intencional.

¿Por qué los adolescentes abusan de los medicamentos para la tos y el resfriado?

Antes de que la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) reemplazara la codeína narcótica por dextrometorfano como un supresor de la tos de venta libre en los años setenta, los adolescentes ingerían jarabe para la tos para lograr un efecto estimulante.
Con los años, los adolescentes han llegado al descubrimiento de que pueden drogarse ingiriendo grandes cantidades de fármacos de venta libre que contengan dextrometorfano (también llamado DXM).
Los medicamentos que contienen dextrometorfano vienen en forma de tabletas, pastillas, cápsulas y jarabes, se rotulan con la denominación DM, supresor de la tos o Tuss (o contienen la partícula “tuss” en el nombre).
Los medicamentos que contienen dextrometorfano se consiguen con facilidad, son económicos y absolutamente legales. El acceso a la peligrosa droga es tan sencillo como entrar en la farmacia más cercana con muy poco dinero o buscar en el botiquín de la familia. Y como el DXM se encuentra entre los medicamentos de venta libre, muchos adolescentes piensan con ingenuidad que no se trata de un fármaco peligroso.

Antes y ahora

De acuerdo con investigaciones recientes, el consumo excesivo de DXM está creciendo, aumento al que podría contribuir el fácil acceso a los medicamentos de venta libre en las farmacias y en Internet.
La gran diferencia entre el consumo de medicinas para la tos o resfriados años atrás y hoy en día es que los adolescentes utilizan Internet no sólo para comprar el DXM puro en polvo, sino también para aprender a utilizarlo. Dado que la ingesta de grandes cantidades de jarabe para la tos puede provocar vómitos, la droga se ha extraído del jarabe y se vende por Internet en forma de tabletas para tragar o polvo para aspirar. Internet incluso ofrece tablas de cálculo de dosis que muestran a los jóvenes cuánta droga necesitan para estimularse en función de su peso.
Una de las principales formas en la que los adolescentes pueden ingerir una buena dosis de DXM es tomando la “triple C” (por los nombres en inglés: Coricidin HBP Cough and Cold) que contiene 30 mg de DXM en pequeñas tabletas rojas. Quienes consumen grandes cantidades de “triple C” se exponen a otros riesgos para la salud, ya que la “triple C” también contiene un antihistamínico.
La lista de otros ingredientes —descongestionantes, expectorantes y calmantes— contenidos en otros productos de Coricidin y medicamentos de venta libre para la tos y el resfriado acrecienta los riegos asociados con el DXM y puede provocar una sobredosis peligrosa.
Además del nombre Triple C, circulan estos otros para denominar al DXM: en los Estados Unidos encontramos sinónimos como Candy, C-C-C, Dex, DM, Drex, Red Devils, Robo, Rojo, Skittles, Tussin, Velvet y Vitamin D. A los que consumen esta droga se los llama con frecuencia syrup heads (cabeza de jarabe) y la acción de abusar del DMX se denomina dexing, robotripping o robodosing (porque los consumidores de la droga tragan Robitussin u otro jarabe para la tos con el fin de alcanzar el nivel de estimulación deseado).

¿Qué ocurre cuando los adolescentes abusan del DXM?

Si bien la dosis de DXM para tratar de manera efectiva y segura una tos es de entre 15 y 30 miligramos, los adolescentes que desean drogarse consumen 360 miligramos o más. El consumo de grandes cantidades de productos que contienen DMX puede producir alucinaciones, pérdida del control motriz y sensaciones “extracorpóreas” (disociación).
Entre los posibles efectos secundarios del consumo de DMX se encuentran los siguientes: confusión, imposibilidad de razonamiento, visión borrosa, mareos, paranoia, exceso de transpiración, dificultad para hablar, náuseas, vómitos, dolor abdominal, frecuencia cardíaca irregular, presión arterial elevada, cefaleas, letargia, adormecimiento de los dedos de las manos y los pies, enrojecimiento de la cara, sequedad y picazón en la piel, pérdida del conocimiento, crisis epiléptica, daño cerebral e incluso la muerte.
Si se consume en grandes cantidades, el DMX también puede provocar hipertermia o fiebre elevada. Esto es muy peligroso cuando el adolescente toma DXM en un ambiente caluroso o cuando está agitado en una discoteca, donde por lo general el DMX se vende como drogas de aspecto similar o se hace pasar por estas drogas, como el PCP (pentaclorofenol). La situación se vuelve aún más peligrosa si estas sustancias se mezclan con alcohol o con otra droga.

Cómo estar atento

Usted puede contribuir a evitar que su hijo adolescente consuma medicamentos de venta libre. Éstas son algunas opciones:
  • Cierre con llave el botiquín o guarde los medicamentos de venta libre que puedan utilizarse como droga en lugares menos accesibles.
  • No haga acopio de medicamentos de venta libre. Si tiene demasiados al alcance de su hijo adolescente, es probable que la tentación de consumirlos de manera excesiva sea mayor.
  • Controle la cantidad de medicamento que tiene cada botella o frasco en el botiquín.
  • Verifique no sólo los medicamentos tradicionales para la tos o los resfriados que vea en la habitación de su hijo, sino también cualquier otro tipo de pastillas o tabletas (el DMX suele venderse por Internet o en la calle, puro y en diversas formas y colores).
  • Esté atento y observe si su hijo presenta alguna de las características del consumo de DMX que se enumeraron más arriba.
  • Controle el uso de Internet que hace su hijo. Preste atención a los sitios web y los mensajes de correo electrónico que considere sospechosos y que parezcan promover el consumo de DXM u otras drogas, tanto autorizadas como ilegales.
Sobre todo, hable con su hijo acerca del consumo de drogas y explíquele que si bien la ingesta de medicamentos para la tos y el resfriado en grandes cantidades parece algo inocuo, no lo es. Sin importar de dónde provenga la droga —el botiquín familiar o la farmacia de la esquina—, es importante entender que si se ingiere en grandes cantidades, el dextrometorfano es una droga tan peligrosa como las que se venden en una oscura esquina del barrio. Y aunque crea que su hijo adolescente no esté consumiendo drogas, es muy probable que conozca a alguien que sí.
Revisado por: Steven Dowshen, MD
Fecha de revisión: octubre de 2010