jueves, 21 de febrero de 2013

EL ALCOHOL Y EL EMBARAZO

Perez Pikulik Pediatría Neonatología


Cuando Usted Está Embarazada Su Bebé Toma Lo Que Usted Toma
Beber alcohol durante el embarazo puede producir defectos físicos y mentales en el feto.

El alcohol puede ocasionar problemas de comportamiento, emocionales e incluso dañar la habilidad de su bebé para aprender y comunicarse
¿Qué es el Síndrome alcohólico Fetal o SAF?
El Síndrome Alcohólico Fetal, SAF o FAS es un conjunto de defectos en el feto producidos por el consumo de alcohol por la madre, durante el embarazo.
Es una de las causas más comunes de retraso mental y una de las pocas que son totalmente evitables.
Los niños con SAF tienen bajo peso al nacer y una circunferencia craneana más pequeña.
Es probable que el corazón no se desarrolle adecuadamente.
Pueden presentar anormalidades faciales y del sistema nervioso central produciendo desde un leve retraso del desarrollo a un retraso mental severo y malformaciones graves.
La mayoría de los niños tienen defectos en la coordinación, poca capacidad de concentración, déficit de atención, problemas de aprendizaje, emocionales y de comportamiento.
¿Por qué el alcohol daña al feto?
El alcohol pasa a la sangre materna, atraviesa la placenta y llega a la sangre del feto y lo intoxica
El feto no puede eliminar los tóxicos con facilidad, por lo que permanecen más tiempo en el organismo, llegan a los órganos y producen daño en las células, por ejemplo del cerebro y puede dejar como secuela retraso mental.
¿Cuánto alcohol es demasiado durante el embarazo?
No se ha demostrado que un nivel mínimo de consumo de alcohol pueda ser seguro durante el embarazo.
Pequeñas cantidades de alcohol consumidos por una mujer embarazada pasa fácil y rápidamente al feto a través de la placenta.
Existe una cura para el SAF?
No existe cura para el SAF
¡La buena noticia es que se puede evitar!
Los efectos del SAF duran toda la vida!
Los adolescentes y adultos con SAF tienen dificultades para aprender, estudiar, trabajar y llevar una vida independiente.



¿El consumo de alcohol por parte del padre puede contribuir al SAF?
No, pero hay indicios de que un alto consumo de alcohol por el hombre puede ser causa de infertilidad.
La posibilidad del daño al feto por consumo de alcohol es mayor si se agregan otros factores de riesgo como:

* No realizar controles del embarazo
* Mala nutrición de la mujer embarazada
* Consumo de tabaco.
* Consumo de otras drogas.
¿Como proteger a su bebé y evitar estos daños?
- Si sospecha estar embarazada o si planea quedar embarazada debe abstenerse de consumir bebidas alcohólicas como cerveza, vino, licores, tragos, entre otros.

- Si no puede dejar de beber, busque ayuda antes de quedar embarazada.

- Durante la Lactancia el alcohol pasa a la leche materna, es decir que el bebé toma alcohol y puede producirle, somnolencia o irritabilidad, retraso en su desarrollo y menor capacidad para aprender a gatear y caminar.

Luego de esta lectura ¿Le Ofrecería Alcohol a su BEBÉ?
Sociedad Argentina de Pediatría

Los chicos de menos de 2 años deben viajar mirando hacia atrás

Perez Pikulik Pediatría Neonatología


28/03/11 Los expertos locales concuerdan. Antes, esa indicación era para bebés hasta 6 meses.
De acuerdo con una nueva disposición de la Academia Norteamericana de Pediatría –y que encuentra apoyo en los especialiastas locales–, para minimizar los riesgos en caso de accidente, los menores de dos años deben viajar en sillas especiales y mirando hacia atrás .
Hasta ahora, las recomendaciones de pediatras y especialistas de seguridad vial eran que utilizaran las sillas infantiles mirando hacia atrás hasta los 6 meses o incluso durante el primer año de vida, pero el informe basado en un estudio de la Universidad de Virginia indica que los chicos menores de dos años tienen un 75 por ciento menos de probabilidades de sufrir lesiones graves o fatales en un accidente si están mirando hacia atrás. En nuestro país, todavía no hay leyes que establezcan de manera específica cómo tienen que viajar los niños, aunque ya se está trabajando para empezar a regular el tema (ver “Un proyecto...” ). La única legislación (artículo 40 de la Ley 24.449) dice que “los menores de 10 años deben viajar sujetos al asiento trasero con el correaje correspondiente y los menores de 4 tienen que viajar en los dispositivos de retención infantil correspondientes”. Sí hay campañas de concientización e información la Agencia Nacional de Seguridad Vial, con recomendaciones sobre cómo usar las sillas infantiles.
“Todavía estamos en una etapa previa.
Hemos logrado concientizar sobre el uso del cinturón de seguridad, pero todavía no está instalado el uso del cinturón en los asientos traseros y mucho menos está claro cómo es el tema de las sillas infantiles.
Hay que seguir trabajando entre todos”, dice Eduardo Bertotti, del Instituto de Seguridad Vial.
El fundamento médico publicado en el estudio de la Universidad de Virginia es que “la cabeza de un bebé es relativamente grande en relación con el resto del cuerpo y los huesos de su cuello son inmaduros desde el punto de vista estructural”, según indica Dennis Durbin, codirector científico del Centro de Prevención e Investigaciones sobre Lesiones en el Hospital de Niños de Filadelfia. “Si están mirando hacia atrás, su cuerpo entero está mejor protegido por el armazón del asiento trasero. Cuando están mirando hacia adelante, sus hombros y torso están contenidos pero en caso de un choque violento, sus cabezas y cuellos pueden salir disparados hacia adelante”, dice Durbin.
La nueva pauta recomienda también que los niños más grandes viajen en asientos de seguridad para bebés con cinturón hasta que midan 1,45 m y tengan entre 8 y 12 años.
Estos asientos para bebés permiten que los cinturones de seguridad del vehículo calcen correctamente, lo que supone que la parte del cinturón para la falda encaje en la zona de la cadera y la pelvis, y que la del hombro se ubique sobre el medio del hombro y el pecho.
Para la justificación de la medida también se utilizan casos de países con leyes modelo en materia de seguridad vial.
Uno de ellos es Suecia, en donde los chicos viajan mirando hacia atrás hasta los 4 años, y la tasa de muertes en autopistas es la más baja del mundo en el segmento de niños menores de 6 años.
Las muertes por accidentes de tránsito han sido la principal causa de mortalidad para los niños de entre 3 y 14 años en Estados Unidos, de acuerdo a estadísticas de la NHTSA (National Highway Traffic Safety Administration). Pero la incorporación y la información para el correcto uso de sillas infantiles sirvió para salvar la vida de casi 8 mil niños, entre 1975 y 2008.
Un aspecto importante es que la ubicación de los niños depende exclusivamente de la responsabilidad de los padres. “Primero hay que lograr que los chicos vayan en el asiento trasero y que usen el cinturón de seguridad. No sirve que un mayor lo sostenga. Y segundo que los adultos elijan la silla adecuada de acuerdo con el peso del niño”, concluye Bertotti.

Un proyecto para mejorar la seguridad

La Agencia Nacional de Seguridad Vial presentó esta semana durante el Consejo Federal de Seguridad Vial un proyecto de ley para que los sistemas de retención infantil, conocidos como SRI, estén homologados bajo la norma IRAM correspondiente. Es para evitar el uso de sillas de mala calidad, que no cumplen la función de retención para protección de los chicos, porque dejan de contener al chico y además se desprenden del cinturón de seguridad.
Además, se llevará a cabo un estudio de mercado con las automotrices y las empresas que venden sillas infantiles y se hará una encuesta nacional sobre uso de esas sillas infantiles. Los datos permitirán determinar cómo, dónde y quiénes lo usan. La intención es evaluar el correcto uso de las SRI con el fin de prevenir y evitar las muertes y lesiones en niños de 0 a 14 años.


Claves

Según el Ministerio de Salud, los accidentes de tránsito son la tercera causa de mortalidad en la Argentina, solo superada por las enfermedades cardio y cerebrovasculares y el cáncer.

Pero entre la población menor de 35 años, los accidentes de tránsito constituyen la primera causa de mortalidad.
fuenta: Clarín sociedad