Perez Pikulik Pediatría Neonatología
¡Hazte cargo de tu salud!Guía para jóvenes | |||||||||||||||
¿Tienes una vidamuy agitada? | Tal vez te sientes agobiado por la escuela, las actividades extracurriculares, la presión de tus amigos y la relación con tu familia. Debido a tu horario ocupado puede que no tengas tiempo para desayunar, que compres tu almuerzo de una máquina de ventas o que para la cena comas cualquier cosa que encuentres en la refrigeradora al llegar a tu casa. | ||||||||||||||
¿En qué momento piensas en tu salud? |
Sin embargo, los hábitos saludables como una alimentación sana y la costumbre de hacer actividad física regularmente, te pueden ayudar a enfrentar los retos que te presenta la vida. De hecho, el comer sanamente y tener una rutina de ejercicio te ayudan a tener más energía, mantenerte atento en clase y aprender mejor. Estos hábitos saludables también pueden disminuir tu riesgo de desarrollar enfermedades como la diabetes, el asma, problemas del corazón y algunos tipos de cáncer.
¿Sabías que...
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Ponerte a dieta no es la solución |
La mejor manera de peder peso es comiendo saludablemente y manteniéndote físicamente activo. Es una buena idea que le consultes a tu proveedor de salud, si quieres perder peso.
Para perder peso, muchos jóvenes experimentan con dietas poco saludables, incluyendo comer muy poco, evitar por completo ciertos grupos de alimentos como el de los granos, saltar una comida o ayunar. Estos métodos pueden excluir nutrientes importantes necesarios para tu desarrollo. Otras formas de perder peso como fumar, provocarse el vómito o usar píldoras dietéticas o laxantes pueden causar problemas de salud.
De hecho, una dieta poco saludable puede hacer que aumentes más de peso, porque a menudo te lleva a un ciclo de comer muy poquito, seguido por un período de comer compulsivamente (“binge eating”). Por otra parte, una dieta no saludable puede aumentar tu riesgo de padecer de problemas emocionales y del crecimiento.
Lo que tú puedes hacerEste folleto fue diseñado para ayudarte a tomar pasos pequeños y sencillos para mantener un peso saludable. Aquí encontrarás datos básicos sobre la nutrición y la actividad física, y también consejos prácticos que puedes usar en tu vida diaria, que van desde leer las etiquetas de los alimentos a elegir qué y cuánto vas a comer o decidir reemplazar la televisión con actividad física. | ||||||||||||||
Aliméntate bien |
Comer saludablemente quiere decir que debes encontrar el balance correcto de los nutrientes necesarios para que tu cuerpo funcione diariamente. Puedes aprender más sobre tus necesidades nutricionales, leyendo las Guías Alimentarias para los Estadounidenses, 2005 (2005 Dietary Guidelines for Americans). Publicada por el Gobierno de los Estados Unidos, esta publicación explica cuánto de cada tipo de alimento debes comer, y tiene muy buena información sobre la nutrición y la actividad física. Las guías sugieren cuántas calorías debes comer todos los días dependiendo de tu sexo, edad y nivel de actividad física.
De acuerdo a las guías, un plan de alimentación saludable incluye:
Es más, una dieta saludable debe ser baja en grasas saturadas, grasastrans, colesterol, sal y azúcares agregadas.
La palabra “porción” (“serving”) se usa para describir una cantidad estándar de comida. Los tamaños de las porciones se miden como “cantidades equivalentes”, es decir, el “equivalente a una onza” o el “equivalente a una taza”. A continuación te damos algunas sugerencias basadas en las guías alimentarias, que te pueden ayudar a desarrollar hábitos de alimentación saludable para toda la vida.
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Come frutas y verduras todos los días |
Cuando las consumes como parte de una dieta balanceada y nutritiva, las frutas y las verduras te pueden ayudar a mantener saludable.
Escoge frutas y verduras frescas, congeladas, enlatadas o secas para obtener las porciones que necesitas. Los adolescentes que llevan una dieta basada en 2.000 calorías diarias, deben tratar de comer por lo menos 2 tazas de frutas y 2½ tazas de verduras todos los días. Puede que tú necesites una cantidad mayor o menor, dependiendo de tus requerimientos calóricos. Tu proveedor de salud puede ayudarte a determinar cuántas calorías necesitas todos los días.
Ejemplos de 1 porción de frutas o verduras incluyen:
*Nota: La información sobre los tamaños de las porciones esta basada en las Guías Alimentarias para los Estadounidenses, 2005 (http://www.healthierus.gov/dietaryguidelines) | ||||||||||||||
Presta atención al calcio |
El calcio ayuda a fortalecer los huesos y los dientes. Esto es muy importante porque si obtienes suficiente calcio ahora, puedes reducir el riesgo de fracturas más adelante en la vida. A pesar de esto, la mayoría de los adolescentes consumen menos de los 1.200 mg de calcio que se recomiendan al día. Trata de obtener por lo menos 3 porciones diarias de alimentos con un alto contenido de calcio que sean sin grasa o bajos en grasa. Una porción es igual a una taza de leche o su equivalente. Los tamaños de las porciones de algunos alimentos que contienen una cantidad de calcio similar a la que se encuentra en 1 taza de leche son:
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Fortalécete con proteínas |
Las proteínas construyen y reparan los tejidos del cuerpo tales como los músculos y los órganos. Es importante consumir suficientes proteínas ya que te ayudan a crecer fuerte y mantener tu nivel de energía. Los adolescentes necesitan el equivalente a 5 ½ onzas de alimentos ricos en proteínas todos los días. Por ejemplo, una hamburguesa vegetariana a base de soja que pesa 2 ½ onzas equivale a 2 ½ onzas de proteína. Algunas fuentes de proteínas incluyen:
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¡Vivan los granos enteros! |
Los alimentos hechos con granos te dan energía. Los alimentos de granos enteros o integrales como el pan integral, el arroz moreno y la avena son más nutritivos que los productos de granos refinados. Te ayudan a sentir lleno durante más tiempo y añaden fibra a tu dieta. Trata de consumir diariamente el equivalente a 6 onzas de granos, de los cuales 3 onzas deben ser de productos que contengan granos enteros. A continuación te damos unas ideas:
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Aprende a distinguir los diferentes tipos de grasas |
Las grasas también son importantes. Ayudan al crecimiento y desarrollo de tu cuerpo, son una fuente de energía y hasta mantienen tu piel y pelo saludable. Pero es importante reconocer que hay algunos tipos de grasas que son mejores que otros, y limitar tu consumo de ellas a un 25 a 35 por ciento del total de las calorías diarias.
La grasa no saturada (también llamada “insaturada”) puede ser parte de una dieta saludable, siempre y cuando no comas demasiada ya que contiene muchas calorías. Algunas buenas fuentes de grasa no saturada incluyen:
Limita las grasas saturadas ya que pueden obstruir tus arterias y aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón. Las grasas saturadas se encuentran principalmente en productos de origen animal y en algunos aceites de origen vegetal tales como:
Trata de evitar las llamadas “trans fats”, (“grasas trans” o “ácidos grasos trans”) que también son malas para tu corazón. A menudo se encuentran en:
En la lista de ingredientes, busca palabras como manteca (“shortening”), aceite vegetal parcialmente hidrogenado (“partially hydrogenated vegetable oil”) o aceite vegetal hidrogenado (“hydrogenated vegetable oil”). Estos ingredientes te informan que ese alimento contiene “trans fats”. Ahora se requiere que todos los productos empaquetados mencionen las “trans fats” en el panel de datos nutricionales.
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Mantente fuerte con el hierro |
Los varones adolescentes necesitan hierro para mantener su rápido crecimiento; la mayoría de ellos duplican su masa corporal magra entre las edades de 10 y 17 años. Las adolescentes también necesitan suficiente hierro para mantener su crecimiento y reemplazar la sangre que pierden durante la menstruación.
Para obtener el hierro que necesitas, trata de comer los siguientes alimentos:
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Sírvete la cantidad apropiada |
Los tamaños de las porciones que sirven fuera de tu casa en restaurantes, o que compras en el mercado o en eventos escolares, pueden ser más grandes de lo que necesitas para una sola comida. Las investigaciones muestran que cuando se sirven porciones grandes, las personas comen más. Entonces, ¿cómo puedes controlar el tamaño de tus porciones? Intenta estos trucos:
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Lee las etiquetas de los alimentos |
Cuando leas las etiquetas de los alimentos, presta especial atención a:
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Planifica las comidas y los refrigerios | Es probable que tanto tú como tu familia tengan horarios muy ocupados. Esto puede hacer que comer sanamente sea un reto. A veces es más fácil si se planifica por adelantado. Piensa qué te gustaría comer durante la semana, incluyendo los almuerzos que llevas a la escuela y los refrigerios, y ayuda a tus padres a hacer la lista de compras. Quizás te gustaría acompañarlos a hacer las compras y a cocinar juntos. | ||||||||||||||
Comienza tu día con un buen desayuno |
¿Sabías que desayunar puede ayudarte a tener un mejor rendimiento en la escuela? El desayuno te puede ayudar a mejorar la concentración y la memoria, a tener más energía y a sentirte menos irritable e inquieto. Un desayuno que forma parte de una dieta saludable también puede ayudarte a mantener un peso apropiado ahora y en el futuro.
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¡Empácalo! Lleva tu almuerzo a la escuela |
No importa si lo compras en la escuela o llevas el tuyo, tu almuerzo debe proporcionarte un tercio de los nutrientes que necesitas a diario. Un almuerzo de papas fritas, galletas, dulces, caramelos y sodas o gaseosas te da muchas calorías, pero muy poco valor nutritivo. En lugar de comprar refrigerios de las máquinas de venta de la escuela, trae la comida de tu casa. Trata de preparar tu propio almuerzo. Por ejemplo, hazte un sándwich de pavo con poca grasa y pan integral, o lleva alimentos saludables como frutas, verduras, yogur semi descremado o descremado y nueces.
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Refrigerios ("snacks") ideales para jóvenes ocupados |
Un refrigerio saludable contribuye a un plan de alimentación sana, al mismo tiempo que te puede dar el empujón que necesitas para llegar hasta el final del día. Prueba estas ideas para refrigerios, pero ten en cuenta que muchos de estos contienen grasa y sólo se deben comer en porciones pequeñas:
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Cena en familia |
Para muchos adolescentes, la cena consiste en comer al apuro lo primero que encuentran o tal vez servirse algún refrigerio delante de la televisión o comer cualquier cosa sin parar desde que llegan de la escuela hasta que se acuestan. En vez, trata de cenar sentado en la mesa con toda la familia. Créelo o no, cuando cenas en familia es más probable que comas más frutas, verduras y otros alimentos que contengan las vitaminas y minerales que tu cuerpo necesita. Las comidas en conjunto también te ayudan a reconectarte con tu familia después de un día ocupado. Conversa con el resto de tu familia para ver si comen juntos por lo menos algunas noches por semana.
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Limita las "comidas rapidas" ("fast foods") y piensa bien lo que eliges |
Al igual que muchos adolescentes, es posible que comas a menudo en los restaurantes de “comidas rápidas”. De ser así, es probable que estés consumiendo muchas calorías que vienen de las grasas y azúcares agregadas. Una sola comida combo de precio especial que consiste de un sándwich, papas fritas y una soda azucarada puede tener más calorías, grasa y azúcar de lo que se debe comer en un día.
Lo mejor es limitar la cantidad de “comidas rápidas” que comes. Si ordenas una “comida rápida”, prueba estas sugerencias:
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Reconsidera lo que tomas |
Las sodas y otras bebidas azucaradas han reemplazado a la leche y al agua como la bebida preferida tanto por los adolescentes como por los adultos. Sin embargo, estas bebidas se parecen más a los postres por su alto contenido de azúcar y calorías. De hecho, las sodas y las demás bebidas llenas de azúcar contribuyen a los problemas de peso en los niños y adolescentes. Procura tomar agua y leche descremada o semi descremada.
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Mantente activo |
Al igual que comer saludablemente, la actividad física te puede ayudar a sentir bien. Mantenerte físicamente activo te ayuda a:
La actividad física también puede tener muchos beneficios emocionales y sociales, tales como:
Mantente activo todos los días
La actividad física debe formar parte de tu vida diaria, ya sea si practicas algún deporte, tomas clases de educación física u algún otro tipo de ejercicio, o si caminas o usas la bicicleta como medio de transporte. Los adolescentes deben hacer actividad física durante 60 minutos o más, la mayoría o preferiblemente todos los días de la semana.
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Apaga la televisión y ¡muévete! |
¿Puede el hecho de ver demasiada televisión contribuir a los problemas de sobrepeso? Varios estudios científicos indican que sí. De hecho, un estudio notó que los niños que ven mucha televisión tienen más grasa corporal que aquellos que miran televisión menos de 2 horas diarias.
Trata de disminuir el tiempo que pasas viendo televisión, en la computadora o con juegos de video, y más bien muévete. A continuación te damos algunas sugerencias para que rompas el hábito de
mirar televisión:
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Escoge actividades que te gusten y ¡sé constante! |
Para hacer actividad física no es necesario hacerte miembro de un gimnasio o participar en competencias deportivas. Puedes dar una caminata rápida alrededor del barrio o subir el volumen de la música y ponerte a bailar. Intenta alguna de estas ideas:
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¡Hazlo funcionar! |
Busca oportunidades para comer más sanamente y ser más activo en tu casa, en la escuela y en tu comunidad.
No es fácil mantener un peso saludable en el ambiente de hoy. Hay restaurantes de comida rápida en todas las esquinas, máquinas de venta en las escuelas y no hay suficientes lugares seguros para realizar actividades físicas, lo que puede dificultar que comas saludablemente y te mantengas activo. Por los horarios tan ocupados es difícil que en los hogares puedan preparar juntos los alimentos o sentarse a comer en familia.
Comprender el ambiente en tu hogar, escuela y comunidad es un paso importante para cambiar tus hábitos de alimentación y actividad. Tus respuestas a las preguntas de la siguiente lista te pueden ayudar a identificar los obstáculos para cambiar tu comportamiento y cómo vencerlos para asegurar tu éxito.
Lo que tú puedes hacer en casa...
Habla con tu familia para hacer cambios que promuevan una alimentación saludable y una rutina de actividad física. Bailen, corran por el parque o jueguen baloncesto juntos. Planeen juntos los menús semanales y la lista de compras del mercado. Colabora con las compras y en la preparación de las comidas. Para encontrar una lista de recetas, mira la sección de recursos al final de esta publicación.
En el hogar
En la escuela
Lo que puedes hacer en la escuela...
Puedes organizar un grupo de estudiantes para pedirle al director que se incluyan alimentos saludables en la cafetería o en las máquinas de venta. También pueden pedir que la escuela ofrezca más clases de educación física o un mayor número de actividades físicas patrocinadas por la escuela.
En la comunidad (donde vives)
Lo que puedes hacer en la comunidad...
Escribe a las autoridades políticas y a los periódicos locales. Infórmales sobre la necesidad de que haya más lugares en tu comunidad para jugar y hacer ejercicio. También, ¡sé creativo! Busca programas o instalaciones deportivas a las que puedas llegar usando transporte público. Quédate después de clases o hazte miembro de alguna organización juvenil local como los grupos de las iglesias, el “YMCA”, el “4-H Club” o los “Boys and Girls Clubs of America”. Pídeles que ofrezcan oportunidades para hacer más actividad física.
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Los cambios ocurren
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LISTA DE OBSTÁCULOS
1. Obstáculo: ___________________
Cambio que puedo hacer:
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2. Obstáculo: ___________________
Cambio que puedo hacer:
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3. Obstáculo: ___________________
Cambio que puedo hacer:
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4. Obstáculo: ___________________
Cambio que puedo hacer:
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Los viejos hábitos son difíciles de romper y los nuevos, especialmente los relacionados a la alimentación o actividad física, pueden tomar meses en desarrollarse y mantenerse. Aquí te damos algunos consejos para ayudarte en el proceso:
fuente:
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